martes, 28 de septiembre de 2010

¿Le gritas mucho a tu hijo?

A simple vista, éste parece un interrogante absurdo, o sin mucha importancia. Todos, alguna vez alzamos la voz más de lo que nos gustaría. Y supongo que con los niños, ésto se vuelve inevitable...¡a veces os sacan de quicio!

Pero lo cierto es que, según los expertos en psicología infantil, gritar, no sólo produce estrés en el niño, sino que a largo plazo parece que tiene mucho que ver con otros problemas de la vida emocional del menor, además de lograr el efecto adverso en el pequeño, pues crea sentimientos de rechazo en él, y puede volverse más 'rebelde' o comportarse igual de mal.

Hay que matizar, creo yo. Ni ponerse a gritar como una loca, ni utilizar siempre, sin condiciones, un tono excesivamente suave ¿no?. Cuando nos enfadamos, creo que es conveniente poner un tono de voz acorde a ello. Pero la seriedad y la firmeza no tienen que ver con los gritos. Esta es mi humilde opinión.

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