martes, 28 de septiembre de 2010

¿Le gritas mucho a tu hijo?

A simple vista, éste parece un interrogante absurdo, o sin mucha importancia. Todos, alguna vez alzamos la voz más de lo que nos gustaría. Y supongo que con los niños, ésto se vuelve inevitable...¡a veces os sacan de quicio!

Pero lo cierto es que, según los expertos en psicología infantil, gritar, no sólo produce estrés en el niño, sino que a largo plazo parece que tiene mucho que ver con otros problemas de la vida emocional del menor, además de lograr el efecto adverso en el pequeño, pues crea sentimientos de rechazo en él, y puede volverse más 'rebelde' o comportarse igual de mal.

Hay que matizar, creo yo. Ni ponerse a gritar como una loca, ni utilizar siempre, sin condiciones, un tono excesivamente suave ¿no?. Cuando nos enfadamos, creo que es conveniente poner un tono de voz acorde a ello. Pero la seriedad y la firmeza no tienen que ver con los gritos. Esta es mi humilde opinión.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Adolescentes: ¿es posible dialogar?


Adolescentes 'rebeldes': ¿existe el diálogo?
Es la eterna pregunta acerca de los jóvenes más rebeldes o sobre los que es mucho más difícil aplicar autoridad y la famosa ‘mano dura' de la antigua usanza.



¿Son las conductas moldeables? ¿Hay adolescentes inevitablemente rebeldes, maleducados, asociales...? ¿O son víctimas o consecuencias de sus entornos más inmediatos?



Una se va haciendo mayor y va notando que ya no es una chica, para dar la bienvenida a la edad adulta, plena y madura. Quizá esto es lo que me haya llevado a prestarle últimamente más atención al tema de los adolescentes, qué hacen, cómo se comportan... Igual en el fondo busco saber si yo era también así, ¡hace tan sólo unos años!



Sois pocas, en comparación con el resto de usuarias, las madres de hijos e hijas adolescentes. Me gustaría saber no obstante, qué pensáis de esos que dicen que las nuevas generaciones son cada vez ‘peores' y que ahora los jóvenes, en general ‘son caso perdido, en lugar de la esperanza de los que somos más mayores'.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Jóvenes y agresivos: ¿Qué les mueve a ser violentos?


Según estudios recientes, un 16% de los jóvenes de nuestro país manifiestan conductas agresivas. Mientras los padres observan preocupados un crecimiento en las actitudes violentas de sus hijos, los chavales, según los expertos, se sienten ‘incomprendidos’. ¿La clave de todo esto? Parece que está en la educación, pero el entorno familiar y social y la predisposición del joven a infringir las normas morales y sociales, tienen mucho que ver.


Un porcentaje in crecendo
Cada vez son más frecuentes los estudios que intentan entender y manifestar a la sociedad los principales problemas de nuestros adolescentes así como aquellos factores que les guían o condicionan para, en general, comportarse de una u otra manera.
Aunque nunca podemos hablar en términos absolutos sí que hay un crecimiento notable en ciertas actitudes que los jóvenes entre 14 y 20 años manifiestan en sociedad.


¿Qué hay detrás de la violencia?
Según Ángel Nogales Espert, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital 12 de Octubre de Madrid, ‘’es fruto de una menor capacidad en este grupo de población para expresar sus sentimientos y afirmar su personalidad ante la gente adulta’’

Pero estas palabras explicativas pueden no acabar de convencer a los familiares de estos chicos y chicas que constituyen su principal referente y punto de apoyo y que por ello, se sienten como los primeros responsables y afectados directamente por sus actos.


¿Hay un exceso de libertad?
Hay expertos que aluden al ‘exceso de libertad’ que caracteriza los últimos 20 años a nuestra sociedad. En menos de dos décadas los españoles hemos sufrido un sinfín de cambios sociales a todos los niveles que han pasado desde la más dura represión, por un proceso de liberalización social hasta el punto en el que nos encontramos hoy en día, el que califican muchos estudiosos como ‘neolibertinaje’.

La palabra libertinaje antiguamente aludía a aquellas personas que se sentían identificadas con una doctrina o pensamiento basado en la libertad total como individuos y que normalmente estaban sometidos a un sistema dictatorial o rígido en el que casi necesitaban comportarse de esa manera.

Para muchos 'no hay normas'
La ausencia o el rechazo a las normas, que son los límites sociales a nuestra conducta como seres humanos, se ha calificado como utópica puesto que está demostrado que el ser humano necesita del Derecho para convivir armoniosamente en sociedad.

Actualmente el neolibertinaje ha perdido su tono romántico y anarquista para dar paso a una nueva generación de adolescentes que no se atienen a ninguna normal impuesta por la sociedad. Estos jóvenes, por lo general, pertenecen a ámbitos desestructurados, han tenido libertad desde que eran muy pequeños, y ese contacto prematuro con la realidad social les ha hecho ‘perderse’ en los estratos más oscuros y negativos de la misma.


Falta de criterio propio y necesidad de adaptación al grupo
Por supuesto no todos nuestros jóvenes son de esta manera. El problema, según los expertos está en que a esas edades, los chavales se dejan influenciar por aquellos ‘líderes’ de grupo que por razones de carisma o a veces imposición son considerados ‘los más fuertes’. De esta forma, el resto del grupo asume como suya la conducta agresiva aunque ellos, intrínsecamente, no están de acuerdo.

Todos hemos asistido alguna vez al desarrollo de una pandilla de barrio y cómo se desenvuelven ‘de cara a la sociedad’. Normalmente hay una o dos figuras que llevan la voz cantante, mientras hay otros muchos que pasan desapercibidos. Los que rechazan frontalmente la actitud general del grupo, son marginados o criticados, y en muchos casos incluso se les acosa para que actúen como el resto.

En la adolescencia, somos más vulnerables que nunca, por eso aquellos que destacan por tener ‘más personalidad’ y después se convierten en los más agresivos, suelen ‘contagiar ‘al resto estas conductas violentas.


El papel de los medios de comunicación
“Hay que ser conscientes de que no se le puede pedir un comportamiento cívico a una persona que, desde su infancia, ha vivido en un hogar que ha descuidado su educación y donde no ha tenido referencias de comportamiento ni de valores. ‘’ sostiene Ángel Nogales.

Además, el profesor hace especial hincapié en las personas que han sido bombardeadas, a través de los medios de comunicación, con escenas de violencia, actitudes depredadoras y sexo incontrolado.
Según el experto, ‘’las medidas a tomar deberían afectar, por tanto, a la familia, a la escuela y a la sociedad en sentido amplio”.


Qué hacer como padres
Cada familia y cada hijo o hija adolescente son universos diferentes. En muchos hogares acomodados y donde se ha respirado un ambiente supuestamente ‘sano’ puede desarrollarse un verdadero delincuente, así como en ambientes desestructurados ‘sobreviven’ jóvenes que son auténticos ejemplos de superación y de buena conducta.

Los psicólogos recomiendan no utilizar la ‘guerra preventiva’ con los hijos. Algo que se traduce en prohibir todo tajantemente, pues puede producir en ellos un efecto adverso de rebeldía mucho más intensa. Por el contrario hay que mostrarse dialogantes con ellos y flexibles pero nunca como ‘colegas’ y siempre dejándoles claro vuestra autoridad como tutores.

Vosotros podéis hacer mucho más de lo que creéis fomentando la comunicación con vuestros hijos. Así verán que no están solos y se sentirán en confianza para contaros sus inquietudes y problemas. Y un último mensaje positivo, ¡todos hemos pasado por la adolescencia y aquí estamos! Ánimo.

sábado, 18 de septiembre de 2010

CONFLICTOS MATRIMONIALES: Clasifica el Tuyo


Cuando el Conflicto Matrimonial está en su punto álgido, la situación de tensión, se palpa en el ambiente, los Cónyuges están preocupados por proteger a sus hijos de las consecuencias, pero el problema real no es este, sino cómo pueden ayudarles a sobrellevar este Proceso a los menores.

Los estudios revelan que los hijos de padres divorciados tienen un riesgo potencial mayor de seguir conductas idénticas a las de sus Progenitores, y que cuánto más grande sea el conflicto, mayor incidencia tendrá sobre sus hijos.

El objetivo final de los padres será en todo caso, determinar cuál es su nivel de conflicto, y así poder tomar, todas las medidas necesarias que ayuden a minimizar el impacto de dicha situación sobre los niños.

¿Cómo podemos clasificarlos?: atendiendo a su intensidad, nos encontraremos diferentes tipos, altos, medios y bajos.


- Conflictos Matrimoniales de Alto Nivel: son aquellos en los que los padres no tienen capacidad de resolver el asunto por si mismos, mantienen posturas diametralmente opuestas en todo, sus puntos de vista acerca de la familia y los procesos educativos, tienen un carácter esencialmente diferente, lo que para uno es bueno, para el otro es radicalmente distinto.

Estos conflictos, generalmente se producen cuando hay diferencias respecto a la Custodia de los hijos, y por temas generalmente patrimoniales.

No sólo acaban sometiendo al Juez sus diferencias de criterio, para que una Sentencia les solucione la situación, sino que la misma, una vez que se dicta, generalmente, no agrada a los implicados, originando Recursos Procesales y multitud de incidentes judiciales.


Los hijos terminan en los llamados, “Puntos de Encuentro Familiar”, se producen discordias en la entrega y recepción de los niños, impago de las Pensiones , el problema se eterniza y enquista, los Bienes Conyugales no se reparten, y se finaliza liquidando el Patrimonio Conjunto muchos años más tarde de lo que sería recomendable.

Aumentan los Costes Procesales, la sensación de impotencia, frustración e ira en los miembros de la pareja aumentará innecesariamente , y los hijos habrán resultado instrumentalizados como un arma arrojadiza, siendo los grandes perjudicados de cara al futuro.


- Conflictos de Grado Medio: los Cónyuges por sí solos no encuentran la solución al problema, requieren de ayuda ajena, pero la Crisis es menos profunda, la intensidad de las heridas no tiene tanta incidencia, y en un periodo de entre 4 a 12 meses suele zanjarse el problema.

Con recursos exteriores a la pareja: Abogados, amigos y familiares, aunque los padres en conflicto no pueden resolverlo, el problema tiene solución.


- Conflicto de Baja Intensidad: Los miembros de la pareja manejan esencialmente el problema por si mismos, de forma civilizada, alcanzando una sintonía de puntos mínimos para ponerse de Acuerdo, aunque existan pequeñas divergencias.

Se sientan, hablan, hay comunicación entre ellos, alcanzan acuerdos, dividen sus recursos, utilizan la racionalidad como punto de partida, no quieren hacerse daño el uno al otro, pretenden terminar lo antes posible, de una forma satisfactoria para ambos, no quieren perjudicar a nadie, y consideran prioritario el interés de sus hijos.
Fuente:aa-divorcios

viernes, 17 de septiembre de 2010

Cómo comen nuestros hijos





Son ya muchas las voces que han alertado sobre el peligro de la obesidad infantil. Sin embargo, a juzgar por las encuestas, parece que, de momento, las advertencias han caído en saco roto. De hecho, España encabeza la lista de niños con sobrepeso de la Unión Europea. El 16% de la población infantil española es obesa, un dato alarmante sobre todo teniendo en cuenta que hace 15 años la cifra no alcanzaba el 5%.


Cambio en los hábitos
Uno de los motivos fundamentales que podrían explicar este fenómeno lo encontramos en los cambios de hábitos alimenticios que están experimentando nuestros niños. El Proyecto ETAPAS, elaborado por la Asociación Española de Pediatría (AEP) y Dodot, describe con bastante fidelidad cuáles han sido esos cambios: se trata de un estudio muy completo conducido por 100 pediatras sobre los hábitos de 1.000 familias españolas con niños de hasta 7 años.

Aunque el informe contempla muchos aspectos (higiene, descanso, desarrollo evolutivo, seguridad), los datos referentes a nutrición son reveladores. A los 3 años se registra una enorme reducción del consumo de verdura y fruta: 3 raciones por semana, cuando lo recomendable son 2 de verdura y 2 de fruta cada día. Una de las causas que explican este drástico descenso la encontramos en que a esa edad la alimentación deja de estar tan pautada por el pediatra y recae en los padres y colegios.

También es llamativo el alto consumo de chucherías: entre los 2 y 3 años, un 54,9% de los niños comen golosinas como mínimo una vez a la semana y un 17%, tres veces o más a la semana. A partir de 3 años, la cifra aumenta al 68%. Cataluña y Madrid son las comunidades donde la población infantil consume menos estos productos.


Problemas de salud
En ese mismo sentido, ya en 2004, el estudio enKid de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) advertía sobre los malos hábitos que se estaban instalando en la dieta diaria de los más jóvenes. Entre los más frecuentes destacan el ya mencionado descenso del consumo de frutas y verduras, la excesiva ingesta de calorías vacías y los desayunos insuficientes y desequilibrados.

Una mala alimentación en edades tempranas provoca problemas de salud en el futuro tales como obesidad, diabetes, osteoporosis, arteriosclerosis, hipertensión, alergias y caries. Por eso es tan importante que los padres sean conscientes de la importancia que la dieta tiene en el correcto desarrollo y crecimiento de sus hijos.


Medidas institucionales
Ante la progresiva alarma, el Ministerio de Sanidad ha puesto en marcha la Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y prevención de la Obesidad (NAOS), destinada a todas las franjas de población, pero haciendo especial hincapié en los niños. Por ejemplo, está contemplado prohibir la instalación de máquinas expendedoras de comidas en lugares de fácil acceso para los menores (como ya se ha hecho en algunos lugares de Estados Unidos), así como reducir progresivamente las cantidades de grasas, sodios y sales de los alimentos.

Pero no cabe duda que es en las familias y colegios donde recae la mayor parte de la responsabilidad. Para la SENC, la educación es clave en este sentido. Los colegios no sólo han de ofrecer menús equilibrados en sus comedores, sino que es necesario complementarlos con actividades que ayuden a los niños a saber comer bien. Asimismo, los más pequeños han de participar en casa en aquellas tareas relacionadas con la alimentación: hacer la compra, cocinar o poner la mesa les sirve para que descubran el atractivo y valor los alimentos y los beneficios que les aportan.

En la práctica, es conveniente saber que en edades tempranas se recomienda una dieta rica en cereales (6 raciones diarias), verduras y legumbres (3), carnes, pescado, huevos, frutos secos y lácteos (2/3), frutas (2) y poca cantidad de azúcar y grasa, utilizando preferentemente aceite de oliva. También es muy importante repartir las calorías en cinco comidas ligeras, en vez de en tres abundantes. Para cualquier duda, acude a tu pediatra: él te dará las claves para que tus hijos crezcan sanos y fuertes con la alimentación que más les conviene.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Cómo ganarte a tu suegra


De todos es sabido las discrepancias que suelen surgir en las familias cuando aparece un nuevo miembro que tiene toda la atención del hijo soltero.

Existen muchas rupturas debido a la mala comunicación entre padres e hijos cuando éstos inician una nueva relación de pareja. Cuando la persona vive con los padres está siempre sometido a una serie de reglas que se siguen inconscientemente y que son distintas en cada familia. Los padres compran la ropa, le dan dinero, organizan, disponen, ordenan..., y el hijo acata las normas casi siempre inconscientemente, es lo que ha sucedido desde pequeño.

Llegó el momento de independizarse
Llegado el momento de hacer una vida independiente, son muchos los que no son capaces de romper ese vínculo familiar y dejan que se involucre una y otra vez en su nueva vida en pareja. A los padres les cuesta entender que su hijo lleva una vida independiente y que es su pareja la persona responsable de discutir con él los diferentes problemas que surjan.
A menudo vemos a parejas con conflictos debido a que los padres no les dejan vivir: se meten en todo, quieren organizarles la vida; y por otro lado, el hijo en cuestión no hace nada para pararles, con lo cuál, su pareja está malhumorada y negativa.


No dejes que tu suegra se meta en todo
Si nuera y suegra se llevan mal hay que ponerle solución
El problema aumenta cuando es la figura materna la que entra en conflicto con la parte femenina de la pareja; hijos muy sobreprotegidos por la madre sufren a diario las presiones de ésta y de su pareja por intentar mantener su interés, es un campo de batalla y una guerra por conseguir ser la primera entre las dos luchadoras. El hijo varón se encuentra en un camino sin retorno y es él el encargado de dictar las normas necesarias para que la buena comunicación surja. Las cosas dichas en el momento oportuno evitan discusiones posteriores y resentimientos.
Cada una de las partes debe tener claro su papel y no querer acaparar todo el protagonismo, a veces es una necesidad de cariño la que hace que suegra y nuera se enfrenten, ambas necesitan el cariño del hijo y las dos luchan por conseguirle, sin darse cuenta que el mejor camino es mantener sus límites y aceptar su parte del pastel. Hay cariño para todas y para cada una es diferente; el cariño de madre no es el mismo que el de esposa.
De todo esto se deriva una mala comunicación entre las dos familias y unos resentimientos y rencillas que a veces hacen que las familias se mantengan distanciadas por tonterías. Si nuera y suegra se llevan mal hay que ponerle solución.

¿Qué podemos hacer?
Será importante dedicar tiempo a nuestra pareja, discutir los conflictos que surjan con los padres entre los dos y nunca dejar que salgan nuestras discrepancias delante de la suegra airada, ya que servirán para darle más fuerza en sus razonamientos.
Seguiremos unas reglas básicas de comunicación, no usaremos insultos ni recriminaciones hacia la familia política, tengamos en cuenta que son sus padres a pesar de todo.
Utilizaremos un lenguaje sosegado y tranquilo, e intentaremos buscar soluciones que nos reconforten a los dos.
A parte de la comunicación, mantendremos un buen trato con la suegra, la discusión de hoy no servirá para no hablarnos mañana. Aunque resulte difícil, déjala con cara de susto cuando te presentes al día siguiente con algún detalle o con algo imprevisto que ya hubierais hablado, no lo esperará y entenderá que no has dado valor a las palabras de ayer.
El mayor desprecio que puedes hacer es el “no aprecio”, también es una forma de demostrar que no entrarás en su juego y que mantendrás las maneras sea como sea. A menudo los mayores conflictos se producen porque ambas partes se comportan igual. Interésate por sus cosas y valora sus preocupaciones y problemas, no te verá como a una rival.


Apoyaros el uno al otro
Aprender las normas básicas de la manipulación
En segundo lugar aprenderemos las normas básicas de la manipulación para tenerlas presentes siempre, ya que a menudo nos encontramos ante unos padres que nos hacen sentir culpables por haberles abandonado, por no hacerles caso, por no devolverles lo que hicieron por nosotros, etc.
Los manipuladores se centrarán en nuestra baja autoestima y en nuestra inseguridad para hacernos frente, por lo tanto, estos serán dos puntos a tratar importantes para poder cortar sus insinuaciones de raíz. Intentaremos fomentar la autoestima y nuestra autovaloración personal. Siempre eludirán toda responsabilidad y se ocuparán de echárnosla encima, hay que estar atentos a ello y cortarlo antes de que se vuelva en vuestra contra.
Apoyaros el uno al otro cuando no quede más remedido que sucumbir a la manipulación y después buscad algo gratificante para quitaros de encima los malos pensamientos.

No siempre hay que seguir los consejos maternos
Debéis tener en cuenta una serie de creencias irracionales que están detrás de algunos de vuestros comportamientos y que están ayudando a mantener el problema.
Algunos ejemplos serían: “mi madre es la mejor y siempre tiene razón”, “sólo quiere ayudarme”, “mi pareja no la entiende porque no es su madre”, “a mis padres les debo todo”,”tengo que pagarles lo que han hecho por mí”, etc.
Detrás de todas estas frases va implícito una obligación adquirida que nos impide ser coherentes en las distintas situaciones. Actuaremos llevados por la obligación y no por lo que realmente deseamos, con lo cuál estaremos insatisfechos a pesar de todo. Los hechos que realicemos ayudarán a tener contentos a nuestros padres, pero no a nosotros mismos y a nuestras parejas.
No permitas nunca que las decisiones de tu hogar sean tomadas por personas ajenas a él, no sirve el que tengan más experiencia o el que ya lo haya vivido, sois tú y tu pareja los encargados de decidir y de equivocaros si hace falta. Los consejos maternos están muy bien pero sólo son eso, consejos, no hay porqué seguirlos a rajatabla, sobre todo si el ambiente entre suegra y nuera no es muy bueno. Ambos miembros de la pareja son los encargados de que la suegra o quien sea no se inmiscuya en sus cosas, sean cuales sean las características de la suegra en cuestión siempre se puede controlar su actitud si vosotros estáis de acuerdo.

Complicidad en la pareja
Haceros cómplices de vuestras cosas y luchad en un frente común para defender vuestra intimidad, no tenéis porqué contar todo a los demás, por mucho que hayan hecho por vosotros. Cuando no os interese, no deis explicaciones, os ahorraréis muchos consejos que no necesitáis o que no queréis escuchar.
Poned límites a los padres también es importante, tendréis que aplicar las mismas normas que se utilizan cuando ponemos límites a los niños. Por ejemplo, no pueden venir a casa sin avisar y cuando les plazca, no pueden entrar en casa y disponer todo como si fuera la suya, si al principio os calláis después será más difícil pararlo, no pueden apuntarse a todos los eventos familiares sin haber sido invitados (vacaciones, fiestas, salidas, etc).



Por último, ten en cuenta que tu pareja es una parte muy importante de la familia que has formado, no podéis dejar que se estropee vuestra relación por culpa de terceros. Trabajad para crear vuestro propio espacio y no dejéis que entren en vuestro dormitorio padres, hermanos, amigos, vecinos, compañeros, etc, seréis tantos que no podréis manejarlo.
Vosotros sólo sois dos y el resto del mundo es externo a vuestra relación, tendréis que manejarlos juntos con acuerdos, soluciones y compromisos.
Fuente: mujer.terra.es

sábado, 11 de septiembre de 2010

Tengo miedo de que la nana se robe el cariño de mis hijos


"Mamá", le comenzó a decir la hija de Macarena (30) a la nana. Inseguridad y celos le provocó ver que la niña, un día que la cuidadora se quedó a alojar, lloraba en la puerta llamándola como si fuera su madre.

Casos como éste producen sentimientos contradictorios en los padres. Por un lado, ven que sus hijos están siendo queridos por quienes los cuidan, pero, por otro, dudan y se cuestionan si están realizando un buen papel como progenitores.

Frente a esta situación, la sicóloga infantil Nadja Antonijevic explica que "si la madre siente que su hijo prefiere a la nana, de alguna manera significa que no se ha estado disponible no sólo en términos de tiempo, sino de afecto".

La participación de una tercera persona en la crianza no debiera ser un factor perturbador si es que la relación que creó el niño con su mamá en los dos primeros años de vida fue lo suficientemente estrecha para lograr un buen apego inicial.

Quién manda a quién

Hoy, hay muchas mujeres que trabajan y que llegan tarde a sus casas, y que les ceden -por falta de tiempo o por comodidad- mucho espacio a las cuidadoras.

Antonijevic comenta que, a veces, "cuando las mamás están con el niño están pensando en otras cosas; entonces quieren que coman rápido, se acuesten luego y no les irradian el afecto necesario".

La sicóloga infanto-juvenil Lorena Bravo plantea que hay labores en que las mamás son irreemplazables. "Las caricias, los permisos y las normas son tareas maternas. Los padres deberían realizar las actividades como el baño, ponerles pijama, acostarlos y levantarlos. Hay que evitar que los hijos tengan un contacto físico muy íntimo con las nanas, o sea, que no duerman con ellas, por ejemplo", precisa.

Mientras las mamás trabajan es fundamental que los niños sepan que pueden acceder a ella en cualquier minuto. "Dejarles un número de teléfono y enseñarles a marcarlo es necesario para darles tranquilidad", recomienda Lorena Bravo. Al mismo tiempo, este medio de comunicación puede ser de gran ayuda para establecer las normas del hogar.

Las especialistas recomiendan a los padres fijar ellos explícitamente los roles en la casa, porque si éstos no están claros a los pequeños les puede producir una dificultad su reconocimiento. Y a quién hacerle caso.

Como le pasó a Fernanda (33), quien cada vez que le llamaba la atención a su segundo hijo, su nana invalidaba el reto acurrucándolo. El niño comenzó a ponerse mañoso y a refugiarse en su cuidadora, de la cual era regalón. Luego, la preferencia de la nana de Fernanda por su hijo más pequeño produjo inseguridad en el mayor. En estos casos es necesario hablar con la cuidadora y hacerle entender que está produciendo un daño.

Las primeras pérdidas

Cuando la cuidadora se va para siempre, las especialistas proponen explicarle al niño las razones de por qué no va a trabajar más. Nadja Antonijevic advierte que "para ellos es una pérdida. Hay que hacerse cargo de que el niño tiene pena y está sufriendo, ya que no tiene la madurez afectiva para entender que las personas a veces se van".

Éstas son sus primeras pérdidas y hay que ayudar a los menores a vivirlas. En caso de que se haya tenido una buena relación con la cuidadora, la mamá puede buscar alternativas, como asegurarle al niño que la van a ir a ver o que la llamarán.

En el caso de que la nana se vaya porque tuvo un problema con la dueña de casa, Lorena Bravo recomienda que las mamás les demuestren su tristeza y que les expliquen a los niños que la cuidadora no hizo algo bueno, porque el modelo materno en la resolución de conflictos puede ser un aprendizaje para la vida del pequeño a futuro.

En todos los casos, es primordial que el niño tenga una relación estrecha con su madre, ya que pueden querer mucho a la cuidadora y preferirla en algunas ocasiones, pero si el apego inicial con su mamá fue bueno, siempre recurrirá a ella cuando se trate de algo importante.

COMUNICACIÓN Mientras la mamá no está, es bueno que los niños puedan acceder a ella en cualquier minuto (por teléfono, etc.).
Fuente: El Mercurio, Candelaria Marqués

domingo, 5 de septiembre de 2010

El rol de los abuelos


Cuando llegan los nietos se vive un momento de gran alegría pero a la vez se produce una enorme conmoción y los abuelos deben buscar cuál es su lugar.
Si bien todos queremos que reine la paz, no debemos desconocer que es posible que surjan tensiones entre los hijos y los padres, ahora convertidos en padres y abuelos respectivamente.

También se plantean situaciones de “rivalidad” entre las dos parejas de abuelos.

Como profesionales vemos que estas tensiones pueden surgir aún en aquellos círculos familiares más unidos y próximos.

Es el momento de definir cuál es el rol que deben ocupar los abuelos. Es importante tener en cuenta que los hijos , ahora convertidos en padres son quiénes deben tomar las decisiones para con sus propios hijos.

Así los abuelos verán que muchas veces sus deseos deben quedar de lado y por sobre todo deberán tener en cuenta que es el momento en que aunque sus hijos suelten “amarras” igual seguirán siendo sus hijos.

Los abuelos disfrutan y padecen el doble a sus nietos. Los disfrutan en los buenos momentos, sintiendo una doble satisfacción , por ellos y por sus padres, y en los momentos tristes como puede ser una enfermedad , los padecen por partida doble , por un lado la preocupación que les genera el estado de salud de los nietos y por el otro lado ver a sus hijos en situación de stress.

La función de los abuelos debe limitarse en este último caso a ayudarlos y acompañarlos, ellos también necesitan la atención de sus padres.

Los abuelos deben respetar la decisión de los padres aun cuando no estén de acuerdo, salvo en casos de riesgo. Los abuelos que adoptan esta posición, serán cada vez más bienvenidos al hogar de sus hijos.

La única manera en que los abuelos podrán hacer valer su opinión es ganándose la confianza de sus hijos estableciendo una relación afectuosa con los mismos Se debe tener en cuenta que muchas veces los hijos no quieren escuchar los consejos de los padres.

Sin embargo en situaciones de peligro los abuelos deben hablar sin dudarlo.

Ocurre que algunos abuelos no respetan a sus hijos en el rol de padres y también ocurre que algunos hijos piensan que es obligación de los abuelos abandonar su vida para cuidar a sus nietos cuando los padres tienen otros compromisos.

Es importante recordar que lo más importante para padres y abuelos es el bienestar de los niños

Como lo señalamos más arriba muchas veces se plantean rivalidades entre ambas parejas de abuelos. Hasta cierto punto es “normal” esta reacción de celos. Puede ser que una cuestión de proximidad física haga que unos abuelos estén más presentes que los otros o que dispongan de más dinero para agasajarlos.

Lo importante en estos casos es saber reconocer estas reacciones y no dejarse invadir por las mismas. Una buena estrategia es establecer puentes entre ambas parejas de abuelos ,puntos de encuentro o ponerse de acuerdo a la hora de comprar un regalo por ejemplo

Los abuelos son quienes transmiten la historia y la tradición de la familia y deben funcionar como ejemplo . Es importante no asumir una actitud defensiva.

Los abuelos tienen la ventaja de poder recibir el amor de sus nietos sin tener los deberes paternales

Los nietos resultan ser acompañantes de un valor incalculable y permiten a los abuelos seguir sintiéndose activos y útiles. Disfrutan de sus narraciones, indagan sobre la infancia de sus propios padres, les interesa conocer de toda la familia, en una palabra los abuelos les ayudan a construir su historia y a aumentar sus conocimientos.

Cómo ser un buen abuelo

Uno de los factores que más inciden en el tipo de relación que se establece entre abuelos y nietos es la situación geográfica y la relación que la pareja mantiene con sus propios padres.

Se han llevado a cabo numerosas investigaciones atendiendo a estos dos factores y se ha llegado a la conclusión que la relación ideal entre nietos y abuelos se produce cuando el contacto entre ellos es regular, y cuando los abuelos son exitosos en desempeñar su propio rol sin ejercer el de padres.

Otra cuestión que se ha estudiado es que los niños suelen tener una mejor relación con sus abuelos maternos debido a que es común que la madre mantenga una relación más estrecha con sus padres y ponga más empeño en intensificar los contactos familiares

Los abuelos contribuyen a reducir la distancia afectiva entre generaciones facilitando la integración de los miembros más jóvenes en el núcleo familiar. los abuelos sirvan de soporte emocional en momentos de crisis y por su posición imparcial, pueden hacer de puente cuando existen problemas entre padres e hijos.

Asimismo, y debido a que disponen de más tiempo para escuchar, es más fácil que establezcan una relación estrecha con sus nietos ganándose su confianza con mayor rapidez.

Los buenos abuelos deben tener siempre muy en cuenta que su papel no implica tener una segunda oportunidad para ser padres y que la última palabra en lo que se refiere a la educación de sus nietos la tienen sus padres.

No obstante lo cual , y con respecto a la educación de los nietos, aunque sea de una forma indirecta, el papel del abuelo es fundamental. Para los niños los abuelos son la figura representativa de la unidad familiar y ello les hace sentirse seguros y, consecuentemente, estables emocionalmente. Además, a los ojos de sus nietos, el abuelo es un modelo de envejecimiento.

El abuelo tiene una situación privilegiada basada sobre una relación de confianza lo que permite que se conviertan en perfectos transmisores de los valores morales y que sean fácilmente asimilados

Como lo señaláramos más arriba el abuelo es el historiador de las tradiciones familiares, los niños disfrutan cuando los oyen hablar sobre su juventud y esto los ayuda a llenar el vacío entre pasado y presente

Por último la función de "mimar" a los nietos va unida al hecho de ser abuelo y los estudios demuestran que no es malo si se tiene cuidado en no anular la influencia de los padres. Mimar a los nietos hace que ellos aprecien la existencia de un amor incondicional que, con el tiempo, les genera bienestar y confianza en sí mismos.



"Cuando el abuelo dice "en mi tiempo" a veces olvida que también lo es el día que señala el calendario. Ante el abuelo, el nieto hace la experiencia inmediata de la historia. Asiste a la variación mínima y accesible de unos cuantos decenios.
Si lo percibiera adecuadamente, recibiría un enriquecimiento que le permitiría comprender nada menos que la historicidad de la vida humana, que va a condicionar la suya. Y todavía hay algo más. Hay abuelo y abuela, varón y mujer. Presentan ante los ojos del nieto y la nieta dos formas de instalación sexuada, de vida humana personal, fácilmente comprensibles, pero que no son iguales a las de sus padres ni a las que van a realizar ellos mismos después.
Veo en la persistencia de los abuelos, que no se deciden a morir demasiado pronto, una posibilidad para los nietos, con la única condición de que tengan la generosidad de aprovecharla.”

Abuelos y Nietos Por Julián Marías, de la Real Academia Española
Publicado en el diario ABC de Madrid, el 17 de diciembre de 1998



Tipos de abuelos

- Cuidador: Es aquel abuelo que asume la responsabilidad de cuidar a sus nietos, es decir, que realiza las funciones de los padres gran parte del día.

- Compañero de juegos: Los abuelos que pertenecen a este grupo suelen utilizar un estilo relajado y no autoritario en la relación con sus nietos. Dejan la responsabilidad de educarlos a sus padres.

- Indiferente: Es aquel abuelo que se comporta de forma autoritaria y distante. No suele ver a sus nietos de forma frecuente.

- Árbitro: Este tipo de abuelos tienen como prioridad conservar la continuidad de la familia ayudando en épocas de conflicto.

- Permisivo: Es aquel abuelo que se preocupa de hacer lo moralmente correcto con sus nietos pero manteniendo la prerrogativa de mimarlos y ser indulgente.

ALGUNAS NORMAS A TENER EN CUENTA
1.Escuche las inquietudes y aconséjelos en caso de que se lo pidan. Sólo la presencia física en esos primeros días es un regalo muy grande

2.Evite comparaciones: Mi hijo dormía boca abajo toda la noche. Al comparar, el mensaje que se puede recibir es, “no lo estoy haciendo bien”. En cambio, no deje de animarlos de que están haciendo una buena labor.

3.Respete los sentimientos y las reglas de los nuevos padres. Es preferible que se hable con honestidad si hay diferencias. Lleguen a un acuerdo entre lo que los padres desean y de lo que los abuelos quieran opinar respecto a su nieto

4.Lo que necesitan, tanto los abuelos como el nieto, es tener un espacio para darse tiempo y dedicación. Por ejemplo, cantarle canciones de cuna, compartir historias, leer un cuento, escuchar música mientras se pasea, aunque apenas tenga unas semanas de nacido.

5.Por último Lo que necesitan, tanto los abuelos como el nieto, es tener un espacio para darse tiempo y dedicación. Por ejemplo, cantarle canciones de cuna, compartir historias, leer un cuento, escuchar música mientras se pasea, aunque apenas tenga unas semanas de nacido. den amor y mucho cariño. Muy probablemente cuando estaban criando a sus propios hijos no pudieron ofrecerles el tiempo que hubiesen querido.

RECUERDE

Estar con los nietos es una forma de renovarse personalmente, es tener más participación en la familia y por ende , sentirse más joven y actualizado

Las generaciones de padres e hijos son diferentes, por lo tanto lo son también los criterios educativos

Los abuelos no están para educar sino para dar cariño

Es ideal que haya un acuerdo entre padres e hijos si es que los nietos van a permanecer algún tiempo con los abuelos

Debe existir entre ambos una relación libre de celos que respete las exigencias y los hábitos del otro.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Reflexiones sobre la Familia Actual


El estudio de la familia ha sido abordado por distintos cuerpos científicos según el interés particular de cada uno de ellos. Podemos decir entonces que la filosofía, la sociología, el derecho y la psicología, por sólo nombrar algunos, han brindado una definición del concepto con diferentes grados de alcance social, académico y científico.

La literatura cuenta hoy con una importante y vasta cantidad de definiciones del concepto familia. Quienes la investigan y estudian elaboran sus propias definiciones en aras de sus propios intereses investigativos.

Se define la familia, refiere Louro Bernal, I (2001), como “la célula fundamental de la sociedad, importantísima forma de organización de la vida cotidiana personal, fundada en la unión matrimonial y en los lazos de parentesco, en las relaciones multilaterales entre el esposo y la esposa, los padres y sus hijos, los hermanos y las hermanas, y otros parientes que viven juntos y administran en común la economía doméstica”.

Es preciso hacer un alto en este contexto y considerar un aspecto que, relativamente nuevo, nos conduce a reconsiderar, o al menos, a repensar en el contenido de este tipo de definiciones. Obsérvese que en ella se alude al carácter de heterosexualidad reflejado en el término matrimonio, sin embargo, el concepto matrimonio ya no se describe como la antigua fórmula de la unión entre el hombre y la mujer, ese concepto ha sido redefinido y ahora se entiende como la unión de la pareja humana (Diccionario de uso del español, María Moliner, 3ra. Edición, 2007).
Es fácil observar que en esta nueva manera de nombrar, el concepto se torna más amplio y abarcativo, no se reduce a la única relación hombre-mujer, sino que alcanza también otras relaciones.

Lo expresado, da lugar a cambios importantes en la concepción de la familia, sobre todo en lo que se suele denominar familia tradicional.

Lo expuesto también es abordado por Arés Muzio, P (s/a) quien dice que “Hasta hace pocas décadas se hablaba que la familia era la unión legal entre un hombre y una mujer que se unen, con el objetivo de procrear, educar los hijos, y satisfacer necesidades humanas de unión y compañía.
Ninguna definición de este tipo se corresponde con los cambios actuales. La unión puede ser legal o no, puede ser para toda la vida, pero las separaciones y los divorcios son frecuentes, los miembros de la unión ya no siempre son heterosexuales, la unión ya no es solo para procrear. Con ello queremos decir que actualmente estamos ante el fenómeno de la diversidad y complejidad familiar.”

Todo lo anterior nos lleva a pensar en lo especialmente complicado que resulta llegar a un consenso en cuanto definición de familia. Los nuevos tipos de familia, sus nuevas consideraciones, sus integrantes, la dinámica de sus relaciones, entre otras, abonan el terreno para obstaculizar el consenso.

De todas maneras, es necesario acercarnos a una definición y nos parece conveniente hacerlo desde la Psicología, tomamos entonces la que ofrece Arés Muzio, P, y que dice así: “Desde el punto de vista psicológico podemos decir que la Familia: Es la unión de personas que comparten un proyecto vital de existencia en común que se quiere duradero, en el que se generan fuertes sentimientos de pertenencia a dicho grupo, existe un compromiso personal entre sus miembros y se establecen intensas relaciones de intimidad, reciprocidad y dependencia”.

Para nadie es un secreto que los diferentes cambios acontecidos en el mundo actual han dado lugar a otra serie de cambios en distintos espacios y contextos, y la familia no está ajena a toda esta dinámica de acontecimientos.

Por tanto, la familia ha evolucionado y estamos presenciando el surgimiento de nuevos tipos de familia, por lo cual sería más acertado hablar de “las familias” puesto que el concepto “la familia” está quedando desactualizado.

Esos nuevos tipos de familia hacen una ruptura con la familia tradicional, con esquemas tradicionales, aunque no podemos decir que la familia tradicional ha desaparecido, sino que estamos conviviendo con esa familia tradicional y con la nueva familia o familia moderna. Convivencia que también trae aparejada no pocas situaciones de conflicto.
Como decíamos antes, los cambios ocurridos en la sociedad han dado lugar a modificaciones en la familia tradicional provocando rupturas en la misma.

En este sentido, podemos señalar la categoría que especialistas en el tema denominan “tendencias de ascenso y descenso” aludiendo a los altos índices de divorcios y uniones consensuales que se corresponden con la primera y a la disminución en cantidad de los hijos, en correspondencia con la segunda. Todo Lo cual incide en el decrecimiento de la fecundidad.

Debemos señalar que este fenómeno no es exclusivo de la sociedad cubana sino que se trata de una tendencia a nivel mundial. En los países desarrollados también se observa aumento en las tasas de divorcio y un marcado descenso de la natalidad.

Existen también otras razones que van transformando la figura tradicional de la familia y muchas de ellas se reflejan en nuestro país (Cuba), por ejemplo: la igualdad de derechos, obligaciones compartidas entre los integrantes de la pareja, la autonomía económica de quienes integran el grupo, incremento de hogares monoparentales, aumento de personas que viven solas, elevados índices de separación y divorcios, disminución de las familias extensas, (dificultades de vivienda impiden que esto sea posible en nuestra sociedad), marcada tendencia de aumento de familias reconstruidas, delegación en instituciones de roles que eran típicos de la familia, entre otras.

Sin embargo, aún cuando se manifiesten estos cambios, la familia tradicional coexiste con la nueva familia, puesto que todavía hoy están presentes valores culturales, prejuicios y estereotipos que responden a una secular historia de educación patriarcal, cultura machista y masculinidad hegemónica, los cuales, por supuesto, dificultan el tránsito hacia la nueva concepción de la familia moderna.

Además de las causas señaladas como las que imprimen cambios en la mencionada familia tradicional no podemos pasar por alto un evento que en diferentes países está teniendo lugar: la aprobación del matrimonio civil homosexual.
Noticias como las reflejadas a continuación aunque acontecidas en otras sociedades, si bien no las podemos considerar dentro de la diaria cotidianidad, tampoco podemos verlas, a estas alturas, alejadas de la misma.

“Una pareja homosexual masculina presentó en los medios a sus hijos, una nena y un nene, mellizos de cinco años. La concepción fue realizada con espermatozoides de uno de ellos que fecundaron un óvulo. Estos mismos días, en Córdoba una pareja de mujeres lesbianas tuvieron una beba por inseminación artificial.

La polémica se instaló de inmediato, con la furia habitual de estos combates en los que nunca se escucha al otro: por un lado, los sectores tradicionales, de hondas convicciones religiosas, que ven en este tipo de fenómenos un ataque a fondo y sacrílego a la genuina familia y, por otro, los que se dicen "progres" y que ven estas experiencias como una caída de prejuicios anacrónicos y el ansiado fin de prácticas discriminatorias.” (Moreno, M., 2005).

No es el propósito de este trabajo propiciar un debate en este aspecto, pero lo cierto es que en los últimos tiempos la familia va desarrollando tipos y esquemas que difieren del heredado. El prisma va desde aquellos hogares monoparentales (uno solo de los progenitores a cargo), hasta aquellos compuestos por la suma de hijos de una pareja de separados al estilo de "los tuyos, los míos y los nuestros", pasando por la tendencia, cada vez más frecuente, de matrimonios que optan por no tener hijos o los postergan hasta el límite para desarrollarse profesionalmente. También las llamadas “producciones independientes” en sus diferentes formas, y la clonación y la reproducción humana asistida surgen como posibilidad de que nazcan niños sin la presencia de nadie. Todo esto nos lleva a afirmar que la función de procreación de la familia también cambió.

El discurso social proyecta una desalentadora imagen de la familia, sin embargo, en investigaciones y encuestas, aparece el deseo de la juventud de formar sus propias familias y el de los adultos de continuar viviendo en ella.

Aunque el panorama que se cierne sobre la familia parece ser complejo y difícil de abordar, lo cierto es que el común de las personas sigue apostando por su integración y consolidación. Y así lo hace ver Zermeño, A (s/a) quien expresa:
“Está claro que se ha extendido la turbación y generado incertidumbre sobre el futuro de la familia como la primera institución social, baste ejemplificar con los discursos mediáticos que nos muestran el declive de los valores tradicionales y el aumento de la tasa de divorcios. Pero también queda claro que la gran mayoría de las personas queremos vivir en el amor, compartir nuestra vida con otra persona y todavía en muchos casos trasladar ese “amor” a otros: a los hijos (sean biológicos o adoptados). También queda claro que el punto de refugio más importante sigue siendo la familia.”

Todo parece indicar que lo acontecido no ha sido suficiente para desintegrar psicológica y estructuralmente la familia o la noción de familia. Las personas se inclinan a sostener esta institución, no importan los cambios, los encuentros y desencuentros, ella está siempre presente para apoyar, compartir y afrontar “en familia” los buenos y los no tan buenos momentos de la vida.
El sentido de pertenencia a este grupo se traduce profundo y duradero.
De hecho, la literatura señala un denominador común: las personas valoran la familia. Estiman el seno del que provienen, y aún después del divorcio, la mayoría intenta formar una nueva.

“La familia parece estar ahí, como alternativa ante un mundo lleno de competencia, de ritmos acelerados, de individualismo, de riesgos, de rupturas. Por un lado parece estar rebasada como respuesta de vida en común de las parejas, pero por otro es revalorizada porque representa, (…), asideros ante la soledad, los miedos y la incertidumbre” (Zermeño, A)

De:Ms.C Jeannette Vía Ampuero