lunes, 20 de diciembre de 2010

Trucos para enseñar a leer a tu hijo




Es cierto que los niños ya aprenden a leer en el colegio, pero sí que estaría bien que esa formación se complementara en casa para que desarrollaran todas sus capacidades comprensivas y cognitivas lo antes posible, ya que si todo su aprendizaje se basara en los libros de texto, posteriormente no guardarían ninguna motivación hacia el arte y las ventajas de una lectura ágil, con la que podrían disfrutar muchísimo.

Hay otros muchos pros, sobre todo centrados en la evolución de la memoria y la capacidad de concentración. Los primeros años son fundamentales para el desarrollo pre-adolescente de nuestros hijos.


Trucos básicos

El primer truco consiste en mostrarles libros con muchas ilustraciones, que se les van explicando, para a continuación pasar a libros con dibujos y letras unidas formando sílabas (M+A, por ejemplo) y, finalmente, dibujos con una o dos palabras, siempre muy repetidas.

Otro truco se trata de, cada vez que aparezca un cartel por la calle de una publicidad, de un establecimiento o de cualquier cosa, se lo señalemos al niño para que vaya reconociendo las letras y ciertas palabras. Esta actividad le provocará mucha curiosidad hacia las demás palabras que haya en muchos otros paneles.

Una tercera táctica puede ser muy divertida. A la hora de decir una letra por la que pregunte el niño, podemos decir, por ejemplo, “la A, de abeja”, o “la S, de sol”. De esta forma, el pequeño también se preguntará por esas mismas palabras y sabrá cómo empiezan a partir de la aclaración previa.


Tácticas para completar

Por supuesto, otra forma de motivar la lectura en los niños se basa en la tradicional costumbre de leerles cuentos. No tiene que ser por la noche. De hecho, se podría emplear como una recompensa. Si hacen algo bien, incluso relacionado con aprender a leer, se les premia con su cuento favorito.

Continuando con el aprendizaje casero y unido a la idea de los carteles, podemos desarrollar una actividad muy amena y educativa como es colocar un papel en cada elemento de la casa con su nombre y decírselo cada vez que se acerque. “Mesa”, “silla”, “sofá”, “váter”, “lavabo”, etc.

Un último sistema más evolucionado son los bits de lectura, que consiste en que las palabras se forman a partir de su pronunciación, además de salir la imagen sobre lo que representan. Hay libros específicos dedicados a desempeñar este método. Se comienza con sustantivos y, conforme a la evolución del niño, se deriva hacia adjetivos, verbos, etc, y el resultado son cuentos de fotos.

Fuente: http://www.facilisimo.com/


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